15 diciembre 2009

Pesadilla

El pasado viernes 11 de dicembre convencí a Pepe Fernández para que me enseñara cómo llegar a la playa de Gueirúa, cerca de Cudillero. Pepe hace un relato de aquella tarde en su blog.

Mientras él hacía fotos de paisajes, con el detalle y el color que le caracteriza, yo me quedé un poco más abstraído viendo las rocas y descubriendo imágenes sorprendentes en lo que aparentemente no son más que manchas y grietas.

Siempre me ha asombrado la capacidad que tiene nuestro cerebro para ver caras en las simetrías y en todo aquello que puede interpretarse como dos ojos. Richard Dawkins, y otros antes que él, mantiene que es un resto evolutivo de la actitud defensiva que nos hacía buscar posibles enemigos entre la sabana y en la oscuridad. De hecho, si a oscuras vemos dos luces que se mueven juntas a una distancia plausible, automáticamente vemos dos ojos de un posible depredador brillando en la oscuridad, aunque no veamos nada más. En este caso, la cara que yo vi en la piedra me pareció en un primer momento una especie de copia de la sábana santa, con la huella de la cara de Jesús, y titulé la foto "La última tentación de Cristo". Me imaginaba cómo serían esos últimos momentos de la muerte en que todo lo que está almacenado en el cerebro está a punto de dejar de existir, como una memoria RAM que se queda sin energía, y si en ese momento todo lo que hay guardado intentará salir, en una explosión repentina. Por eso me imaginaba esas burbujas como las ideas, los recuerdos de una vida, viéndose en la parte de atrás de esa cara que se contrae en un grito. Después todo esto me pareció demasiado dramático y cambié el título a "Pesadilla", como si esas burbujas fuesen los sueños que atormentan al que sueña.  O también la tremenda experiencia que debe significar ser diagnosticado de Alzheimer, y saber que todo lo que eres se va a ir diluyendo en una masa informe de tejido nervioso degenerado, de neuronas inconexas, que van dejando escapar los recuerdos poco a poco.  Un riesgo cierto en mi horizonte, ya que mi padre, mi abuela y mi tío abuelo, entre otros, sufrieron esta tremenda enfermedad.

Supongo que de alguna forma las cosas que vemos no son ni más ni menos que lo que nuestro cerebro está predispuesto a ver.

06 septiembre 2009

Molín La Peña, ruta del Profundu, Villaviciosa.

Molín la Peña
Molín La Peña, ruta del Profundu, Villaviciosa.
Cargado originalmente por Juan Riera

Ayer dimos un paseo tranquilo por una ruta de pequeño recorrido siguiendo el río Profundu, en Villaviciosa. Siguiendo la orilla de este río, vamos encontrando hasta veintidós molinos, actualemente en ruina absoluta, que en su día fueron debieron ser un verdadero centro de producción de la zona. Algunos funcionaban en propiedad, mediante el sistema de maquila (el molinero, en pago de sus servicios, se quedaba con una parte de la molienda) y otros en régimen de vecería (uso compartido, repartiéndose las horas de uso entre los diferentes usuarios).

Una vecina del pueblo de Buslaz, de donde parte la ruta, nos recordaba cómo en su infancia los pueblos con derecho a uso de los molinos eran los más ricos de la comarca, mientras que actualmente casi todas las casas han sido abandonadas, salvo las que han sido compradas por turistas o arregladas por familiares para uso de fin de semana.

El deterioro de los molinos va avanzando imparable; la mayor parte ya casi no se ven, escondidos entre la maleza. En el caso del molín de la Peña, desde el año 2006 en que se hicieron estas fotos, el avance de la ruina es patente. BAsta con ver la colonización vegetal del tejado…

Es una muestra más del cambio que, como una apisonadora, está pasando por encima del paisaje asturiano. Prados abandonados, caminos que se cierran de matorral, flores que desaparecen, y con ellas miles de mariposas y otros insectos. Ayer, mientras caminábamos, comentaba con un compañero que el cambio que está teniendo lugar en el campo es, probablemente, el más grande desde hace muchos siglos: es la primera vez desde antes de los celtas que los prados no se siegan, que el ganado no se cría, que los campos no se siembran. Ayer, al ver los prados abandonados cubriéndose de matorral y de monte, pensé que esos mismos prados habían sido segados por padres, abuelos y así sucesivamente, desde generaciones atrás. Por primera vez, la siguiente generación ya no los conocerá.

Me entretuve en hacer algunas fotos de flores, después de tantos años sin hacer casi ninguna.

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27 julio 2009

Una visión íntima

Cargado originalmente por Juan Riera

Mi primer libro de fotografía fue "The Creation", de Ernst Haas. Compré este libro en 1972. En aquella época era un libro caro, casi 3.000 pesetas de entonces, que significaban para mí los ahorros de mucho tiempo.  No había entonces muchas oportunidades de ver fotografía en color expuesta, casi todo se reducía a las revistas (Arte fotográfico y Nueva Lente) que publicaban principalmente en blanco y negro.  Por eso ver aquel libro, impreso con una calidad fuera de lo común para la época, fue un verdadero shock visual, Cada página de aquel libro (todavía lo conservo en perfecto estado) era una fuente de inspiración, . La perfección de la composición, el uso del color como un elemento clave de la foto, condicionaron mi forma de hacer fotografía durante muchos años.  Fue también la constatación de que aquello que se decía en los ambientes “cultos” de que “la verdadera fotografía artística sólo es posible en blanco y negro”, no era más que un reflejo de la incapacidad de algunas personas para ver el color como un elemento compositivo más.

Este fin de semana, después de bastantes días sin tocar la cámara, fui a dar un paseo por el jardín de la casa que mi madre tiene cerca de Ribadesella, y la vista de algunos geranios en flor me trajo a la cabeza el recuerdo de algunas de las fotos de aquel libro. Algunas de las fotos que hice fueron una “copia” actualizada y divertida de las fotos de Haas; en otras, el descubrimiento de formas y colores me sorprendió con asociaciones mentales realmente inesperadas. 

12 julio 2009

Alan Magee

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Hoy he encontrado de casualidad la obra de Alan Magee. Me he quedado de piedra (!) al ver lo que este artista ha estado haciendo desde hace tiempo, incluyendo sus monumentales tapices de piedras de la playa.

Algunos nos pasamos la vida buscando el camino  de un lado a otro, sólo para ver que otros ya lo han recorrido hace tiempo y además han llegado a alguna parte…

29 marzo 2009

Photographer: Jonas Bendiksen

Habitualmente mi fotografía, y la de los fotógrafos que más suelo buscar, está orientada a las imágenes que expresan estados de espíritu, o el estado interior del artista, por decirlo de alguna manera.  No es habitual que me llamen la atención los fotógrafos de calle, o los reporteros de agencia. Sí es verdad que algunos de mis favoritos, como W. Eugene Smith o Paul Strand, me han conmovido por el grado de implicación personal en los problemas y situaciones fotografiados. En cierta medida, también Paul Strand fue en algunas ocasiones un fotógrafo de viajes, pero no el fotógrafo de reportaje convencional que pasa y hace dos mil fotos en unos días para que su editor seleccione unas pocas, sino el artista que vive con la gente, respeta  los sitios a los que va  y es capaz de recrear en imágenes el orgullo y la pasión de vivir de otras culturas u otros lugares. Sus libros de viajes son una reflexión sobre el respeto a la diversidad del mundo y al valor de la vida humana (por ejemplo, y para mí especialmente,  Tir A'Mhurain, 1962; nueva edición en Aperture, 2005)

Hoy, de manera completamente casual, a partir de una foto en El País, he encontrado una serie de galerías del fotógrafo noruego Jonas Bendiksen. Por alguna razón de la que no acabo de ser completamente consciente, sus imágenes me han producido un enorme impacto. Parece mentira cómo con diecinueve años se puede tener una visión tan madura, y la implicación personal y la delicadeza en la forma y en la estética visual  para comunicar las condiciones de vida de algunas zonas de este planeta. Creo que merece la pena echar una mirada a sus galerías. Insisto: su sentido estético y la sensibilidad que demuestra hacia sus sujetos son realmente impresionantes.

PS - Después de escribir esta nota me doy cuenta de que la zona de suburbios que refleja la fotografía de abajo es la que da origen a la película Slumdog Millionaire. Todavía no he visto la película,  y no me ha influído en la selección de esta foto, que me parece espeluznante, dramática y, sin embargo, maravillosa . Y resulta  también coincide con el encabezado del artículo de NG...

Portfolio de Jonas Bendiksen en National Geographic

25 enero 2009

Inner messages


Cargado originalmente por Juan Riera


From Tao of Photography by Andy Ilachinsky:
"Fine-art photography is first-and-foremost a visual language by which otherwise hidden truths and meanings - of the world and self - are revealed by the observer / artist. As such, it is rarely the case that what a photograph shows on its surface is the complete "message" that the photographer wishes to communicate. Indeed, philosophically speaking, one can say that fine-art photographers use images to provide glimpses of a reality that lies behind (and beyond) what the images represent, as things-in-themselves. Just as letters and words provide the basic units of grammar for literary artists to communicate essential truths that have nothing to do with letters and words, so too do light and form provide the visual grammar by which photographers reveal fundamental truths of nature (and our relationship with it) that have nothing to do with light and form. Art transforms the abject banality of sterile rules, internalized through years of rote memorization and practice, into an intimate expression of the ineffable."

24 enero 2009

Paul Strand 1915-1976: Una exposición

La familia Luzzara, por Paul Strand

En la Fundació Foto Colectania exponen originales de Paul Strand hasta abril 2009. Imprescindible.

20 enero 2009

Fotografías de Lilo Raymond

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Cuando a principios de los años 70 yo empezaba a tomarme la fotografía en serio, algunos de mis fotógrafos favoritos provenían de mi apasionada lectura del Photography Annual que hasta entonces compraba mi padre y después empecé a comprar yo.  Tenía el formato de una revista de tapas blandas, unas 100 páginas, y varias colecciones de fotos de fotógrafos que no se veían habitualmente en España. Entre ellos, me gustaba especialmente un grupo del que formaban parte David Vestal, Charles Pratt y Lilo Raymond. En una época en que la fotografía dominante en España era o bien Arte fotográfico con sus blancos y negros extremos y su grano forzado al limite, que detestaba, y Nueva Lente, con su estética rompedora pero un tanto elitista, y con la que colaboré algo, echaba de menos imágenes sencillas, directas, recreándose en las tonalidades grises, el grano fino y los matices. Las fotos de Lilo Raymond me impactaban especialmente por su delicadeza, y por el alarde técnico de ser en muchos casos fotografías de temas todos blancos, en los que en realidad no había ningún blanco sino todo grises. Ayer, de casualidad, volví a acordarme y encontré un pequeño sitio web y algunas imágenes más. No parece que esta fotógrafa tenga mucha presencia en la web, pero sus imágenes son exquisitas. Voy a incluir algunas notas biográficas.

Lilo Raymond nació en Frankfurt, Alemania, y voló a Estados Unidos cuando los nazis llegaron al poder. Raymond pronto se vio implicada en el mundo del arte y la escena del Greenwich Village en Nueva York, conde trabajó varios años como modelo de artistas y profesora de tenis.

Cuando Raymond estaba en la treintena, revivió su interés de infancia en la fotografía después de asistir a una clase que David Vestal impartió en la Photo League. Raymond estudió con Vestal durante dos años antes de empezar a exponer en grupo. Su primera exposición en solitario tuvo lugar en 1977, en la galería Marcuse Pfeifer de New York City, exposición que  pronto le trajo trabajo comercial.

Aunque perfeccionó sus habilidaeds técnicas trabajando como fotógrafa profesional, Raymond siempre mantuvo una distinción clara entre su trabajo comercial y su arte. La mayor parted e su trabajo comercial era cuidadosamente estudiado y realizado en color; sus fotografías artísticas son en blanco y negro, en su mayoría no planificadas y tomadas con luz natural.

El trabajo de Raymond puede verse en las colecciones de los principales museos como el Museo de Arte Moderno (MOMA) y el Metropolitan Museum of Art de New York, y el Victoria and Albert Museum de Londres. En 1989,  Bullfinch Press publicó un libro sobre su obra titulado Revealing Light. Raymond vive en Hudson River Valley, New York.

15 enero 2009

Son aquellas pequeñas cosas...


Son aquellas pequeñas cosas...
Cargado originalmente por Juan Riera

... que nos dejó un tiempo de rosas....

Versión en color. Es enorme el poder evocador de algunas cosas: la desca que hizo mi padre, las conchas que Merced y yo recogimos, algunas en la atalaya, otras en Arosa... Somos lo que nuestra memoria nos ayuda a ser, y mientras ella nos deja serlo.

13 enero 2009

Piedra / planeta.


A pebble
Cargado originalmente por Juan Riera

La costumbre de coleccionar piedras no es nada recomendable: mi casa está llena de piedras de las playas, blancas y redondas. Sin embargo, no puedo evitarlo, hay algo especial en estas formas gastadas por el mar y el tiempo. Esta tarde, probando cosas para fotografiar las piedras que tengo en casa, me encontré con esta imagen. He hecho una copia en A3 y resulta intrigante: es como un planeta flotando en medio del universo...

Aaron Siskind decía que una de las enormes fuerzas de la fotografía es la capacidad para dotar de personalidad propia a objetos cotidianos. El hecho de que el fotógrafo seleccione los elementos de la composición y los aísle de su contexto cotidiano crea nuevas relaciones entre ellos y con el espectador, que se enfrenta a ese objeto cotidiano como a algo completamente nuevo. Sus fotos de paredes y carteles tienen precisamente este efecto. Siempre me ha llamado la atención cómo una piedra individual en una playa no llega nunca a ser objeto de nuestra atención. Sin embargo, cuando la aislamos, como en este caso, nos parece un objeto nuevo y sugerente, le atribuímos sentidos y significados que en realidad no están más que en nosotros mismos. La labor de seleccionar un objeto, aislarlo y mostrarlo en este nuevo contexto puede ser entonces una forma de reflexión interior del artista y de comunicación a los demás del resultado de esa reflexión.

11 enero 2009

Small things I keep at home


Small things I keep at home
Cargado originalmente por Juan Riera

Pasando un fin de semana en casa con catarro, dolor de cabeza y harto de ver la tele, me decidí a fotografiar algunas pequeñas cosas que tengo por casa. Siempre cogemos cositas cuando salimos de paseo: conchas, piedras, mil chorradas que nos llenan la casa. El plato de madera fue hecho por mi padre hace años, siguiendo la técnica de los pastores de los Picos de Europa cuando hacen las fuentes (llamadas descas) para amasar la torta de maíz.
Puede que me tome el tiempo de fotografiar algunas de estas cosas que amontono por todas partes.
¿Inspiración? Por supuesto, esas asombrosas fotos del maestro Paul Caponigro, nadie es perfecto... no pude resistirme a hacer mi versión ;-)

After a weekend at home because a cold and some headaches, I decided to photograph some litte things I keep at home. The dish was made in wood by my father time ago following an old technique from sheperds at Picos de Europa. Is a very apreciated treasure to me.

Paul Caponigro - Of the Earth: Still Life Studies 2001~2004

t_oval_dish stone_voices t_mandala

  Hoy he encontrado unas fotografías de  Paul Caponigro de los años 2001-2004, realizadas en sus setenta años. Siempre he tenido a este fotógrafo entre mis favoritos, tengo algún libro suyo y algunas de sus imágenes son sorprendentes. Pero en concreto las fotos de esta página, la reflexión sobre las formas de las piedras y las conchas gastadas por el tiempo, tocan muy de cerca algunos de mis temas favoritos: tengo la casa llena de piedras gastadas por el mar y de conchas. Sus mandalas les dan nuevos significados. Unas fotos para reflexionar y disfrutar.

03 enero 2009

Cubos de la Memoria, Llanes 2009


Cubos de la Memoria, Llanes 2009
Cargado originalmente por Juan Riera

Siempre me ha llamado la atención mi incapacidad para fotografiar objetos, lugares y paisajes que a otros les entusiasman. En concreto, nunca he sido capaz de encontrar una manera interesante de fotografiar los Cubos de la Memoria de Ibarrola, en Llanes. Las fotos que muestran los cubos en primer plano con la villa al fondo me resultan totalmente insulsas, lo que me ha interesado siempre es la relación de los cubos con el mar, y no con el interior. Las fotos a plena luz del día me resultan vulgares, no hay forma de encontrar una luz medianamente interesante ni con sol ni con lluvia. Ayer, sin embargo, se produjo el milagro: llegamos a Llanes de noche y aunque casi no se veía nada decidí probar con una exposición larga a ojo, la cámara apoyada en el muro. Tras varios tanteos (ventajas de la foto digital que se puede revisar de forma inmediata) encontré una imagen que me interesaba, con un mar misterioso y oscuro, la última luz del día en el horizonte, y los cubos con un color transformado por la luz de sodio de las farolas del puerto.
Aquí y aquí hay otras fotos en las que aparece este cubo.