17 abril 2012

Cuatro Secretos de los Grandes Pensadores Críticos

Los solucionadores de problemas mejor ven un problema complejo a través de lentes múltiples. Cómo convertirse en un mejor pensador estratégico y líder de uno mismo.

por Paul J. Schoemaker y H. John Austin (Inc.com, 16/4/2012)

http://www.inc.com/paul-schoemaker/4-secrets-of-great-critical-thinkers.html?goback=%2Egde_2730249_member_108238183

En 2009, JD Wetherspoon, una cadena de más de 800 pubs en el Reino Unido, se enfrentaba a la disminución de las ventas. La demanda de cerveza había estado bajando durante cinco años. Además, la presión de los precios de las cadenas de súper mercado fue intensa, y el aumento de impuestos sobre el alcohol apretó más aúnlos márgenes ya ajustados.
 
¿Cuál diría usted que es el verdadero problema de negocio de la compañía ?
 
La mayoría de la gente lo ve como un problema de ventas y recomendaría una mejor comercialización y promoción. Sin embargo, un pensamiento reflejo automático puede estar equivocado. En el caso de Wetherspoon, la compañía examinó el problema más profundamente, miró los datos, y enmarcó la situación desde múltiples ángulos. Al final, encontraron el verdadero problema: Un cambio sutil pero profundo en las preferencias del consumidor. Como resultado, la cadena respondió con acciones mucho más audaces, la transformación de todos sus pubs en cafés familiares durante las horas del  día.
 
La estrategia funcionó. Wetherspoon vio incrementarse en un 7,1 por ciento sus beneficios por acción en el primer año. Dos años después de este cambio de encuadre (2011), ha mantenido sus ganancias por acción y, con la inversión en esta nueva estrategia, su flujo de caja libre tiene un incremento del 12,9 por ciento. Explorando múltiples encuadres de los problemas, haciendo u zoom hacia atrás en vez de hacia adelante, nos acercamos a la raíz de los problemas y a soluciones más creativas.
 
Si usted no lo hace así, se arriesga a resolver el problema equivocado.
 
Irónicamente, cuanta más experiencia tenga usted, más difícil será romper con la mentalidad convencional. Las empresas líderes a menudo se atascan en los viejos modelos de negocio. Los ingenieros de Kodak desarrollaron una primera versión de la cámara digital, mientras que el resto de la compañía se mantuvo enfocado en los procesos fotográficos químicos sobre película. Los ejecutivos de Microsoft dudaron del valor de la búsqueda en línea como un modelo de ingresos. Barnes and Noble parecía convencido de que la gente siempre quiere un libro físico en su mano.
 
En su libro Thinking, Fast and Slow, el premio Nobel Daniel Kahneman atribuye una forma poco profunda de encuadrar los problemas a las personas que sustituyen preguntas fáciles por las má difíciles. A menudo perdemos el quid de la cuestión por establecer conexiones imaginarias entre lo que vemos y lo que esperamos ver. Como nuestro propio libro Winning decisiones, explica, la esencia del pensamiento crítico es frenar este proceso, aprender a replantear los problemas, ver más allá de lo familiar y centrarse en lo que es único en cualquier situación de decisión importante. Aquí hay cuatro maneras de perfeccionar estas habilidades de pensamiento crítico:

  1. Baje la velocidad. Insista en tener múltiples definiciones del problema antes de pasar a hacer una elección. Esto no implica necesariamente un proceso que lleve más tiempo - sólo pregúntese a sí mismo o al grupo "¿de qué otra podríamos definir este problema - ¿cuál es aquí el tema central?" Esto debería convertirse en una parte estándar de todas las conversaciones que usted tenga sobre el alcance del proyecto, sobre todo cuando el tema es nuevo o complejo.
  2. Rompa con la manada. Trabaje activamente para bloquear el conocimiento convencional cuando se trata de enfrentarse a nuevos retos o situaciones que se deterioran  poco a poco. No se conforme con el pensamiento incremental. Diseñe formas de poner a prueba supuestos arraigados que se tienen habitualmente sobre el mercado. Por supuesto, diferente no es siempre mejor, por ello trate de entender la sabiduría inherente a la sabiduría convencional, así como sus puntos ciegos.
  3. Fomente el desacuerdo. El debate puede fomentar la comprensión de los problemas, siempre que el conflicto sea entre las ideas y no entre personas. Cada vez más vivimos en un mundo donde la gente puede optar por interactuar sólo con aquellos que están de acuerdo con ellos, a través de amigos de Facebook, las fuentes favoritas de noticias, o nuestros camarillas sociales. Para escapar de estas cáscaras protectoras y de las “camarillas de eco” (nt: los que simplemente repiten lo que decimos para halagarnos), busque enfoque alternativo con una mente abierta. No se convierta en un prisionero de su propio modelo mental miope.
  4. Colabore con los disidentes. Busque disidentes creíbles, las voces solitarias en el desierto, que muchos descartan, y luego comprométase con ellos. No es suficiente con estar simplemente cómodo con el desacuerdo cuando se produce. Los pensadores críticos buscar a aquellos que realmente ven el mundo de manera diferente y se esfuerzan por comprender por qué. Frecuentemente, usted todavía no estará de acuerdo con los  contrarios, pero a veces ayudarán a replantear mejor su propio pensamiento.

11 marzo 2011

Atocha 11-M, 2004-2011

Recuerdo del 11-M.

El día 11 de marzo de 2004 yo debería haber cogido un AVE junto con un compañero de trabajo para ir a Ronda. A última hora, decidimos ir en avión. Ya dentro del avión, antes del despegue, recibimos la noticia, confusa, y sin poder avisar a casa; todos pensaban que nos habíamos ido en tren.
El día 28, Elisa, Merced y yo fuimos a la estación de Atocha a rendir un pequeño homenaje a las víctimas y sus familiares, uniendo nuestra presencia a la de tantos que fuimos dejando allí nuestras flores, nuestras velas y nuestra tremenda emoción. Fue algo tan sobrecogedor, tan conmovedor, que aún hoy cuando lo recuerdo, se me saltan las lágrimas y se me hace un nudo en la garganta, especialmente cuando veo el TQ (te quiero!) que la novia de una víctima dejó en una página de El País, pegada a los cristales de la estación, junto con otros miles de recortes, testigos mudos del dolor. Hice unas pocas fotos y unos vídeos sencillos con mi cámara compacta, que hoy he montado para intentar transmitir lo que sentimos allí. Descansen en paz eternamente, Requiem aeternam...

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Noticias y política

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07 marzo 2011

Un wordle

Wordle: Pesadilla

15 diciembre 2009

Pesadilla

El pasado viernes 11 de dicembre convencí a Pepe Fernández para que me enseñara cómo llegar a la playa de Gueirúa, cerca de Cudillero. Pepe hace un relato de aquella tarde en su blog.

Mientras él hacía fotos de paisajes, con el detalle y el color que le caracteriza, yo me quedé un poco más abstraído viendo las rocas y descubriendo imágenes sorprendentes en lo que aparentemente no son más que manchas y grietas.

Siempre me ha asombrado la capacidad que tiene nuestro cerebro para ver caras en las simetrías y en todo aquello que puede interpretarse como dos ojos. Richard Dawkins, y otros antes que él, mantiene que es un resto evolutivo de la actitud defensiva que nos hacía buscar posibles enemigos entre la sabana y en la oscuridad. De hecho, si a oscuras vemos dos luces que se mueven juntas a una distancia plausible, automáticamente vemos dos ojos de un posible depredador brillando en la oscuridad, aunque no veamos nada más. En este caso, la cara que yo vi en la piedra me pareció en un primer momento una especie de copia de la sábana santa, con la huella de la cara de Jesús, y titulé la foto "La última tentación de Cristo". Me imaginaba cómo serían esos últimos momentos de la muerte en que todo lo que está almacenado en el cerebro está a punto de dejar de existir, como una memoria RAM que se queda sin energía, y si en ese momento todo lo que hay guardado intentará salir, en una explosión repentina. Por eso me imaginaba esas burbujas como las ideas, los recuerdos de una vida, viéndose en la parte de atrás de esa cara que se contrae en un grito. Después todo esto me pareció demasiado dramático y cambié el título a "Pesadilla", como si esas burbujas fuesen los sueños que atormentan al que sueña.  O también la tremenda experiencia que debe significar ser diagnosticado de Alzheimer, y saber que todo lo que eres se va a ir diluyendo en una masa informe de tejido nervioso degenerado, de neuronas inconexas, que van dejando escapar los recuerdos poco a poco.  Un riesgo cierto en mi horizonte, ya que mi padre, mi abuela y mi tío abuelo, entre otros, sufrieron esta tremenda enfermedad.

Supongo que de alguna forma las cosas que vemos no son ni más ni menos que lo que nuestro cerebro está predispuesto a ver.

06 septiembre 2009

Molín La Peña, ruta del Profundu, Villaviciosa.

Molín la Peña
Molín La Peña, ruta del Profundu, Villaviciosa.
Cargado originalmente por Juan Riera

Ayer dimos un paseo tranquilo por una ruta de pequeño recorrido siguiendo el río Profundu, en Villaviciosa. Siguiendo la orilla de este río, vamos encontrando hasta veintidós molinos, actualemente en ruina absoluta, que en su día fueron debieron ser un verdadero centro de producción de la zona. Algunos funcionaban en propiedad, mediante el sistema de maquila (el molinero, en pago de sus servicios, se quedaba con una parte de la molienda) y otros en régimen de vecería (uso compartido, repartiéndose las horas de uso entre los diferentes usuarios).

Una vecina del pueblo de Buslaz, de donde parte la ruta, nos recordaba cómo en su infancia los pueblos con derecho a uso de los molinos eran los más ricos de la comarca, mientras que actualmente casi todas las casas han sido abandonadas, salvo las que han sido compradas por turistas o arregladas por familiares para uso de fin de semana.

El deterioro de los molinos va avanzando imparable; la mayor parte ya casi no se ven, escondidos entre la maleza. En el caso del molín de la Peña, desde el año 2006 en que se hicieron estas fotos, el avance de la ruina es patente. BAsta con ver la colonización vegetal del tejado…

Es una muestra más del cambio que, como una apisonadora, está pasando por encima del paisaje asturiano. Prados abandonados, caminos que se cierran de matorral, flores que desaparecen, y con ellas miles de mariposas y otros insectos. Ayer, mientras caminábamos, comentaba con un compañero que el cambio que está teniendo lugar en el campo es, probablemente, el más grande desde hace muchos siglos: es la primera vez desde antes de los celtas que los prados no se siegan, que el ganado no se cría, que los campos no se siembran. Ayer, al ver los prados abandonados cubriéndose de matorral y de monte, pensé que esos mismos prados habían sido segados por padres, abuelos y así sucesivamente, desde generaciones atrás. Por primera vez, la siguiente generación ya no los conocerá.

Me entretuve en hacer algunas fotos de flores, después de tantos años sin hacer casi ninguna.

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27 julio 2009

Una visión íntima

Cargado originalmente por Juan Riera

Mi primer libro de fotografía fue "The Creation", de Ernst Haas. Compré este libro en 1972. En aquella época era un libro caro, casi 3.000 pesetas de entonces, que significaban para mí los ahorros de mucho tiempo.  No había entonces muchas oportunidades de ver fotografía en color expuesta, casi todo se reducía a las revistas (Arte fotográfico y Nueva Lente) que publicaban principalmente en blanco y negro.  Por eso ver aquel libro, impreso con una calidad fuera de lo común para la época, fue un verdadero shock visual, Cada página de aquel libro (todavía lo conservo en perfecto estado) era una fuente de inspiración, . La perfección de la composición, el uso del color como un elemento clave de la foto, condicionaron mi forma de hacer fotografía durante muchos años.  Fue también la constatación de que aquello que se decía en los ambientes “cultos” de que “la verdadera fotografía artística sólo es posible en blanco y negro”, no era más que un reflejo de la incapacidad de algunas personas para ver el color como un elemento compositivo más.

Este fin de semana, después de bastantes días sin tocar la cámara, fui a dar un paseo por el jardín de la casa que mi madre tiene cerca de Ribadesella, y la vista de algunos geranios en flor me trajo a la cabeza el recuerdo de algunas de las fotos de aquel libro. Algunas de las fotos que hice fueron una “copia” actualizada y divertida de las fotos de Haas; en otras, el descubrimiento de formas y colores me sorprendió con asociaciones mentales realmente inesperadas.